Arde
como el clavo
en la madera
bajo el sol.
Cerremos
ya
los ojos.
Tu piel
leyó
el destino.
Mi mano
escribe
los poemas.
Los cuervos
merodean
el suplicio.
Hágase
la luz
la luz
la luz.
El fuego
atrae
la lluvia
lenta
del adiós.
Silvia Rodríguez Ares
16/1/2014
Foto: Roberto Ojeda
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