caminar en silencio agiganta la luz
y el nombre de las flores
de tu mano surgen la primeras letras
que los niños cantarán a coro
un ciervo enamorado de la muerte
nos persigue
con dos eternidades rotas
plumas
y un laurel
que suelta a cada lado
de nuestro paso por la vida
donde nace
la misma estrella
Silvia Rodríguez Ares
6/9/2015