y entonces
preguntó el poeta:
"¿y tú, ahí afuera, te
sorprendiste herido por los astros?"
en medio de la calma
nadie piensa en responder
y prepara la cena
para el hijo que vuelve
a mirar a su madre
cuando aprieta el eclipse
todo cambia
para mal
y ruge el león
de la discordia
no hay manzanas
para el trébol
ni connubio
para Ofelia
a ver si me concentro
y esta vez
llego a explicarlo:
Fressia irremediable,
¿con cuál de mis heridas
pude
impresionarte?
Silvia Rodríguez Ares
6/3/2016