Es triste
un día de verano
cuando tengo
ganas
de estar triste
Qué dominio
ejerzo sobre el aire:
las flechas de cupido se detienen
y despejan mi lugar
Las parejas
se toman de la mano
van juntas en las calles y sonríen
por simple anomalía
del cosmos imperfecto
Anochece (El cielo
disimula frustraciones)
La estrella que me mira
también desaparece
y luego vuelve
Lo único evidente del poema
y del año
que se lleva a la que ha muerto
son mis ojos
la palabra y el poder
Y sé
que he traspasado
la dosis permitida
de obsesión.
Silvia Rodríguez Ares
29/12/2013