Dicen que los ojos de los pájaros
inventan cada fuego
Los ojos de tu mano que no ve
alumbran la ventana
Como en todos los comienzos,
me encandila la tibieza de la piel
cuando se abre
Imagino el remolino ardiente,
el plumaje entrelazado contra el viento
Podríamos narrar la historia
y ser los inventores de la luz
Pero al pájaro que muerde mis pupilas
un cuento no le alcanza
para vivir.
Silvia Rodríguez Ares
11/3/2014
Foto: © Давид Д