llego a mí
y entonces me distraigo
cuento las luciérnagas que pasan
por el fondo de mis ojos
por el fondo de mis ojos
y las miro
en su belleza
en su belleza
dionisíaca
belleza
huelo mis paisajes hacia adentro
y es la sangre
con el verde
y la sinuosa trepadora
de la carne
y de la
selva que se agita
en el terror de cada ciervo
y el verdugo en esta mano
del perdón crepuscular
y es la sangre
con el verde
y la sinuosa trepadora
de la carne
y de la
selva que se agita
en el terror de cada ciervo
y el verdugo en esta mano
del perdón crepuscular
/aunque boa me sorprendo
y soy la orquídea ensangrentada
que no sabe a quién llorar
ni a quién decirle
ni a quién decirle
yo/
Silvia Rodríguez Ares
23/11/2015