la barca duerme sucia y fría
y no se lleva bien
con mi dulzura
que es tanta
y no me cuesta mucho
¿por qué
partir ahora?
las hijas ya se fueron
y justo que regresa el agua
es tiempo de mirar la tierra
con ojos de azafrán
tuviste veinte años para estar a solas
(pequeña ingratitud:
leí tres marcas en mis manos
no vi las tuyas)
pero esta barca es demasiado fría
y somos dos luceros
sin pestañas
que van de flor en flor
Silvia Rodríguez Ares
14/2/2016