se cortó
la luz
en el infierno
sufrió golpes
ella
y no su hermana
-la pequeña
y nueva
joya
de los dos-
es mejor
el padre
que no pega
pero roba
y si fuma
le convida
mientras ellos
son diamantes
que iluminan
hacia adentro
el jardín
de flores negras
de flores negras
donde forjan
en el pozo
corazones
de metal
de metal
que no resisten
lluvias
yo pasaba
y la encontré
sentada
en el pupitre
en el pupitre
de madera
roja
dibujé
en el pizarrón
en el pizarrón
palabras
y preguntas
y preguntas
con la palma
abierta
y un volcán
de tinta
derramada
estalló
desde mis brazos
desde mis brazos
hasta el bolso
que dormía
solo
en mi escritorio
ella
perforó
mis manos
mis manos
con su pelo
ella
respiró
y estranguló
mis llaves
mis llaves
en el último
bolsillo
bolsillo
que nació
en el pantalón
en el pantalón
ella
no guardó
las marcas
de mis dedos
de mis dedos
en ninguna
mínima
oración
oración
que le enseñé
ella enjuaga
ropa
con el agua
en la ballena
de Jonás
de Jonás
ella se mira
y se peina
ella lava
su cara
con los ojos
del ciempiés
con los ojos
del ciempiés
que va llorando
y no está limpio
Silvia Rodríguez Ares
25/4/2015