Los hilos acomodan el dibujo
y favorecen la palabra.
Digo que yo soy la tejedora
y la poeta de mí misma.
Cuento tres. Golpeo puertas.
Y aquí estoy:
las manos en el aire
y el vacío
que no tiene puntas.
Silvia Rodríguez Ares
14/11/2013
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